(Me enviaron una felicitación para el año nuevo el 31 de diciembre, esta es la respuesta, 3 días más tarde)
Como estás?
He recibido hoy! el correo de tu felicitación navideña, y es que desde casi el 29 no entraba a verlo y la verdad es que se me ha escapado una sonrisa al ver de quien era. No puedo esperar lo mismo, que se te escape a ti una sonrisa, ya que no he tenido el detalle que si has tenido tú. Quizá esto demuestra la clase de persona que soy ¿no? Muchas veces me pregunto si de verdad merezco esta amistad, si de verdad merezco ese espacio que tienes, en la cabecita y en el corazón, reservado para mi. Porque está claro que puedes recordarme por algo bueno o malo que te haya hecho o dicho, pero sólo serás capaz de enviarme una cosa como esta, si estoy en tu corazón (aunque suene pretencioso el decirlo).
Este año decidí que sólo respondería los mensajes que me llegaran al móvil y al correo, puesto que en años anteriores, era yo el que los mandaba, no te exagero, eran más de cien mensajes de móvil y otros tantos de correo electrónico. Descubrí, con gran sorpresa, que los que recibí este año, sin haberlo enviado yo antes, se contaban con los dedos de una mano. Me pregunto si de verdad soy tan mala persona o sólo alguien al que quieren olvidar.
Quiero que sepas que muchas veces me pasó el haberme tropezado con un antiguo compañero de clase y por más que intenté explicarle quién era, habida cuenta de demostrarle que ciertamente estudió donde estudió y de decirle sus dos apellidos, jamás me recordó.
Esto no me desanima en absoluto, tan solo me parece un dato curioso que confirma mi estadística y mi poca falta de humanidad con las personas que si me enviaron los mensajes, ya que ellos no se merecen que les ponga a prueba. Me disculpo por haberte enviado tarde este mensaje de felicitación navideña, me disculpo por no haberte deseado una entrada de año dando un salto de alegría, y con la esperanza de estar a tiempo de desearte un feliz año nuevo...
Me entristece (con el corazón en la mano) tener que hacer estas cosas sólo para saber en quién puedo confiar y entregar mi amistad porque, repito, esas personas no se lo merecen. Hubiera podido inventarme alguna tonta excusa de las mías, diciendo que el trabajo me tiene liado etc. etc. para decirte por qué no te envié nada o que me despisté y que así te quedes con la conciencia tranquila... pero sabes? quizá entonces el que no pueda dormir bien sería yo sabiendo, no que he dejado de enviarte una felicitación navideña, sino por haberte engañado.
Y si en algún momento alguien te para en la calle y dice conocerte, intenta esforzarte un poco en recordar ya que esa persona detuvo su vida durante cinco minutos, para acercarse a la tuya...
PD.: Por si no quedó claro: ¡Feliz año nuevo! deseo de corazón que lo pases (no sólo en estas fechas, sino todo el año) en compañía de los que más te quieren, entre los que, humildemente, me incluyo.
José Viridiana
1 comentario:
No somos más
Que un puñado de mar
Una broma de dios
Un capricho del sol
del jardín del cielo
no damos pie entre tanto tic tac
entre tanto big-ban
solo un grano de sal en la edad del cielo
Calma, todo esta en calma,
Deja q el beso cure, deja q el tiempo cure
Deja que el alma tenga, la misma edad que la edad del cielo. ;-)
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