domingo, 20 de marzo de 2011

Me gusta estar a tu lado...

...A veces no escribo porque no sé que escribir.
Me ocurre cuando veo algo maravillosos ante mí...
me ocurre cuando estoy en un viaje y llego al lugar
que precisamente en el mapa marcado está...
y me quedo sin aire, sin aliento,
y a veces se detiene el tiempo... 

Contigo me pasa algo parecido,
no encuentro la palabra adecuada
para explicarte que mi desatino,
sentimientos, de forma truncada,
disculpan la voz de mi silencio...
pero así, en mi cabeza pasa.

Así que cuando nos volvamos a ver
y te diga que guapa estas!..
intrínsecamente implícitas van
las palabras: te he echado de menos...


jueves, 17 de marzo de 2011

El vals de las libélulas!

     Me quedo en blanco. No sé que escribir, no sé que escribirle, no sé como escribirle... Me dijo un día: - Escríbeme algo! - y nunca lo hice...

     Me enseñó, con su modesta arrogancia, a destrozar papeles garabateados y transformarlos en satíricas dagas reveladoras. Quitó la venda de mi pluma, me entregó las llaves de la ciudad prohibida con su dulce y arrogante modestia. No encontré mayor ir y venir de emociones, de risas y lágrimas, de pensamientos nítidos y fotografías borrosas, de incertidumbre compulsiva y de tenacidad asertiva.

     Vino una mañana de primavera, como agua de mayo, con la frescura de las flores, con esa sonrisa de labios escondidos, y esos ojos de cuarto menguante, capaces de mirarte de arriba a abajo y dejarte sin palabras, sin siquiera haber dicho alguna. Es capaz de volar sin despegarse del suelo, entre las nubes de algodón de azúcar de las ferias y las aguas de las charcas dónde danzan las libélulas en busca de su flor de loto.
     Con su vestimenta de acuarela, da color al arcoíris, al arco de los iris que la observan, dejando huellas de bondad y a todo siempre cambiando la realidad... donde pone la mano, pone la primavera, donde antes era invierno, se convierte en acuarela manchada por su silueta.

     Con su voz de pito, su traje negro y sus temores escénicos, me atreví un día a decirle, con el habitual sarcasmo al que ella me tiene acostumbrado: - ¡Mucha mierda!.. Qué guapa estás!! - y triunfar ante la multitud envidiosa, deseosa de génesis parecidos, que la transportasen a esos mundos que tanto le gustan, de los que es dueña y señora de leyes, de preguntas incompletas y de respuestas ausentes.
     Diciendo esas palabras que quiere olvidar, las repite para no dejarlas escapar, pues son las palabras que salen de sus entrañas, de dentro del corazón. Gritando los sueños con ganas de ganar, perdiendo la vida con ganas de luchar, mientras encuentra lágrimas gritando ¡libertad!

     Ella me dijo un día: - Escríbeme algo! - y nunca lo hice... no sé si llegaré a hacerlo. Mientras tanto, observo el vals de las libélulas...



lunes, 14 de marzo de 2011

¿Cuán inculto somos?

     Me hace mucha gracia ver en estos días, a tanta gente en redes sociales, adjuntar en su fotografía de perfil un distintivo (a modo y forma de chapita tipo smiley) representativo de ideologías políticas, religiosas, filosóficas... pero la que más me llama la atención es una que he visto mucho en facebook y es la de la bandera de Japón.
     Ni qué decir tiene lo que están pasando en estos momentos de incertidumbre y lo acontecido en estos días pasados.

    Estas chapitas de Japón representan nuestro apoyo a toda esa gente que está luchando por levantar un país azotado por la naturaleza, y para nada estoy en contra de ese apoyo. Cierto es que no he añadido esa chapita en mi foto, pues en ocasiones si me uno a una gran mayoría en situaciones de este tipo.
     No sé (entre otras cosas porque no entiendo japonés ni hablado ni escrito), lo que pensará la comunidad japonesa de estas chapitas al ver que la bandera que está representando esta desgracia es precisamente la bandera que utilizaba en tiempos de guerra y no su bandera original. Lo que demuestra el caso que prestamos a las cosas que nos dicen.

     Entonces... ¿seguimos esa corriente multitudinaria que ha promovido esta iniciativa sin indagar, sólo un poquito porque no hace falta mucho, para proponer mejor logo que el de una guerra en esta catástrofe? ¿acaso los que seguimos estas iniciativas no tenemos la capacidad de investigar un poquito antes de seguir a una masa con unos ideales sin antes haber estudiado éstos?

     No niego todas las buenas intenciones del mundo de mostrar nuestra indignación e impotencia ante tales catástrofes naturales, nuestra capacidad de apoyo ni nuestros mejores ánimos para todos y todas esas personas que lo vivieron, que se quedaron allí y las que van en su ayuda...

     ...Pondré mi chapa... pero la haré yo mismo.

jueves, 10 de marzo de 2011

Vendí mi alma al diablo...

     Cuando escribí todas las palabras que he posteado hasta el momento, (post = ing. sustantivo: carta - vervo: anunciar), siempre me dije a mí mismo que jamás vendería mi alma al diablo, que este lugar se mantendría intacto a especulación publicitaria, que estaría exento de incómodos banners distrayendo la atención del lector.
     Pero la situación hoy por hoy, no es del todo deseada, y en concreto mi situación, me obliga a buscar nuevos medios de ingresos (por escasos que sean). Por eso, querido lector, habrás observado que a la derecha de estas palabras y al final de estas cartas, aparecen mensajes en los que hay artículos, curiosidades y demás parafernalias propias del consumismo, que pueden o no interesarte.

     Deseo que esta actitud, tan nefasta para mí, no lo sea para tí, porque me gustaría seguir contando con tus ojos para que me descubras poco a poco, porque, ya sea aquí o en Pekín, en algún momento todos debemos hacer algo que no nos gusta.
     No me atormenta esta idea del consumismo ya que no soy un comprador compulsivo y si escribo estas líneas quizá sea porque me deba a ti... quiero recordar que la existencia de este blog es gracias a los que lo leen, pues si no, no seguiría publicando. Una persona debe ser lo suficientemente perspicaz para saber cuando está de más.

     Y si en algún momento descubro que los beneficios aportados no compensan la perdida de adictos pues volveré al estado original y seguiré buscando nuevos medios de ingresos. Esta carta no es más que una explicación y una disculpa... no me gustaría que pensaras que el dinero es lo que mueve mi pluma... ya que mi método de ganarme la vida es otro... la música.

Gracias a todos por leerme! Un saludo.

sábado, 5 de marzo de 2011

Palabras como armas de doble filo...

Imagen: DamasArt
  Hoy me dijiste que mis palabras te ruborizan... hoy me dijiste que podrías enamorarte... hoy me dijiste que podrías compartir una vida conmigo. Mencionaste que nadie te hablaba así, que nadie te había dicho, de la forma que te he dicho, las cosas que te he dicho...
    Pero no podemos enamorarnos pues tus países duermen bajo tu techo y mi bandera es la sábana que cubre el cuerpo de mi mujer. No podemos abandonar todo aquello por lo que hemos luchado como si nunca hubiera tenido valor.
     Mis palabras no te hablar de amor... ni de ilusión entre los dos, sólo te cuentan lo que me ocurre de una forma diferente, sólo cuentan mi vida a través de mis ojos... de mi corazón... de mi alma.
     Hoy me dijiste... - ¡Ten cuidado!, esa forma de hablar no conviene. No puedes hablar así a cada rato.-

     Mi intención no es embaucarte, ni enamorarte pues yo no soy alguien que merezca tu corazón, pues yo no voy a ofrecerte la luna ni a pedirte que me la alcances. Tan sólo que te sientes aquí a mi lado para observarla juntos.
     Con el tiempo descubrí que hablaba y parecía que mis palabras eran cosa del viento. Y no me sentía a gusto... sin embargo, empecé a hablar con mi corazón... como me sentía en cada momento. Y dormí tranquilo. Sin el remordimiento de callar todo aquello que quería decir y de la forma que quería.

     Pero atendiendo a tus palabras tienes razón al decirme que no puedo hablarte así, que no debo hablarte así pues tu corazón no está hecho de piedra. Y el mío no sería capaz de soportar abrir una brecha en el tuyo.
     Una vez me preguntaron si sería capaz de amar a dos personas y dije que no... lo que sería posible es que dos personas me amaran a mí... pero si yo amara a dos personas mi corazón estaría dividido en dos mitades, nunca podría ser uno entero... siempre estaría partido.

     ¿¡Qué debo hacer!? debo callar los sentimientos para no provocar reacciones y usar la razón? debo hablar como me dicta el corazón!?