sábado, 21 de noviembre de 2015

Inside Out

Esas casualidades de la vida, en las que el ascensor o tu trabajo, hacen que te encuentres con esa persona de la que no sabías hacía mucho, son las que te dejan (con un bonito anglicismo) "inside out". Vuelven a tu cabeza aquellos días en los que vagabas por el mundo sin sentido a la espera de una respuesta que nunca llegaba.

Y vuelves a releer todas aquellas cartas que nunca enviaste en las que confesabas la eternidad, los para siempre, las lagrimas que no te dejaban ver la estrellas de la que estaba hecha esa persona especial. Los ángeles cansados de buscar a una compañera perdida, dogmas de religión, juramentos de patria y de idiomas, tu respiración...
Te emocionas, sin que nadie te vea, cuando tus brazos no la sienten, cuando tus ojos no la ven, rebuscando entre las ruinas de todo aquello, fotos de  álbumes manchados por el tiempo, descoloridas fotos que hoy en día podrían encontrarse en cualquier rincón del mundo desde el teclado de mi casa.
Hoy nutro todas esas ausencias coronando otras reinas de mi piel, escuchando otras voces que apaguen los susurros de tus ecos, llenando de facturas e hipotecas los huecos que quedan en el rincón de mi alma...

Y cuando encuentras, sientes que estás perdiendo el tiempo. De qué valdrá perder todo este tiempo de búsqueda, de obsesión de pasar por su portal y tras llamar no contestar, de escribir estas letras que no llegarán a ninguna parte mas que al teclado de tu casa, de su casa...

Se quedó entreabierta esta puerta de mi vida...

No tengo remedio... he vuelto a pecar. He vuelto del revés todo aquello que creí haber olvidado y he obviado todo aquello que creí resuelto. Se han abierto las heridas y llenado de sal las llagas.
Y es que no tiene otra explicación mas que la perversión de verme caer una y otra vez en esta espiral de "mientras tanto".
Y mientras tanto eso ocurre cierro los ojos y me embauco en nubes de besos, caricias, abrazos, lujuria... Cuerpos que van encadenados condenados al placer del roce de la piel que habito, que habitas...

No me queda sino el sabor de la...

jueves, 22 de enero de 2015

Sin cera...

  Hoy he llegado a casa antes de lo previsto, no he podido acabar mi trabajo sin que la vista se nublara e incapaz de ocultar mi tristeza he tenido que inventarme una excusa para salir huyendo a ninguna parte a llorar sólo. Y como seguro ocurre ahora con estas palabras, no harán más que entorpecer las ideas y desordenar la conciencia para autocompadecerme.

  Sólo intento buscar una absurda excusa que justifique tantos mensajes ocultos, que justifique esta situación... es lo que siempre intento, buscar un motivo por el cual permanecer aquí... haciendo daño, atacanado al corazón, sentirme tu dueño, dominarte y decirte que no soy sólo uno más, sino el único capaz de desvelar los secretos de tu corazón.
  Tan fácil es hacerte sonreir como llorar, pero duele más cunado ries... es como... cantarle a un niño enfermo terminal de cualquier cancer incurable, el dia de su cumpleaños: ... y que cumplas muchos más! Asi de duro!

  Las cosas de las que me arrepiento, en ocasiones, son aquellas que no hice en el momento preciso y cuando tuvo que ser... y duelen tanto porque hay otras que si hice! Sin embargo aún hay preguntas que no sé responder y tengo que seguir arrepintiéndome por las que no haré y eso duele más!

  Fue en una carretera perdida, de la mao de algún ingeniero de caminos, cuando me dijiste con tu silencio lo mejor que me podrían haber dicho, aunque no sucediera. Y es que lo que siento es igual... Es algo maravilloso que no puede ser, que no puede estar, que no puede existir. Algo se encendió en mí. ¡El amor mola! pero que significa? las personas deberían saber decir lo que sienten y no ocultarse tras una foto, una tarjeta o una canción en una emisora de radio que no existe, que sólo potencian mentiras y corazones rotos...

  Y yo sólo puedo asomarme a hurtadillas por encima del hombro de alguien que pretende ser lo que no me atrevo. Me gusta descubrir, sondear… aventurarme en los rincones no descubiertos y encontrar curvas infinitas… suaves… de vertigo... me encanta mirar con los labios… observar con las manos
me gusta escribir… tambien! Y sobre la tela me gusta dibujar siluetas de cuerpos fundidos… en abrazos... en pasiones... en fuego... y sobre el papel las historias pintadas en esas telas.

  Soy un loco esquizofrénico que le habla a un perfil que no existe, a un pseudónimo que me hizo sentir, y que me ha hecho ser igual que cualquier otra persona. El que me bajo de la nube, de mis aires de prepotencia pensando que yo era único y mira, aquí estoy, otra persona más que te pide que no la olvides...

  Y a pesar de los pesares, de las cobardías, de las estrategias, de las claves, de las multas, de las llaves...

... Incluso hasta cuando lloras....

Me pareces SIN CERA