Cuando juzgamos a alguien lo hacemos para el resto de su vida, no pensamos en el mañana, ni en que lo que se ha hecho es correcto o no, simplemente pusimos una etiqueta, juzgamos, y luego interpretamos.
¿No debería ser al revés?, ¿no deberíamos preguntar, informarnos antes de ejecutar una sentencia incriminatoria?, ¿probar fehacientemente el hecho por el que la etiqueta o el juicio es cierto antes que el objeto del resultado? ¿Por qué me describes con un adjetivo?
¿Por qué lo haces con un color, o un animal?.. ¿o incluso una comida? Porque conoces al animal, porque sabes que podría representar un color, porque conoces el sabor de esa comida, en definitiva, porque sabes, porque decidiste probar antes de juzgar, de conocer antes de etiquetar, investigar antes de golpear el mazo contra la mesa y dar por zanjado el asunto.
Las redes sociales hoy tienen ese poder. El de etiquetarte sin tu permiso, el de juzgarte, el de meterte en un grupo o en un compendio de socios de los que a lo mejor ni conozco a más de dos. Y da igual cual sea tu intención, en la red a la que hayas decidido unirte, los members de dicha red han decidio para que se dedicara tal red, sin siquiera haber leido las bases de dicha sociedad, da igual... hoy lees un numero de teléfono que empiece por 906 y 806 y ya damos por sentado que será algo sexual porque a eso nos han acostumbrado los usuarios que usamos esas redes.
Decir Tuenti es sinónimo de infantilismo, colegiales, universitarios. Decir facebook es igual a patio de porteras, escalera de vecinos. Si hablamnos de MySpace rapidamente la asociamos con la música. Cualquiera de ellas ya ha sido juzgada y me atrevería a decir que incluso antes de que sea publicada.
Pues yo no voy a ser menos, ni yo ni nadie. No voy a consentir que me juzgues sin antes haberme conocido bien, no voy a dejar que me representes con un color si antes no te lo he dicho yo o si has tenido la delicadeza de preguntarme por qué blanco y negro. Ni ante una bandera, ni un escudo, ni tan siquiera que me representes con una imagen en la que no me identifico.
Groucho Marx dijo: Nunca formaría parte de un club que me aceptara como socio.
Antes de etiquetarme... pregunta primero si me identifico con aquello que quieres defender, porque, puede que sea tu amigo, pero puede que no comparta aquello que defiendes.