viernes, 29 de abril de 2011

Etiquetas

     Un adjetivo, una acción, una lacra, una cadena, un juicio, no puedes escapar de ello, tendrás que arrastrarlo el resto de tu vida, en tan sólo un segundo tu vida cambió para siempre y no porque tu quisieras, sino porque alguien decidió decidir por ti.
     Cuando juzgamos a alguien lo hacemos para el resto de su vida, no pensamos en el mañana, ni en que lo que se ha hecho es correcto o no, simplemente pusimos una etiqueta, juzgamos, y luego interpretamos.

     ¿No debería ser al revés?, ¿no deberíamos preguntar, informarnos antes de ejecutar una sentencia incriminatoria?, ¿probar fehacientemente el hecho por el que la etiqueta o el juicio es cierto antes que el objeto del resultado? ¿Por qué me describes con un adjetivo?

     ¿Por qué lo haces con un color, o un animal?.. ¿o incluso una comida? Porque conoces al animal, porque sabes que podría representar un color, porque conoces el sabor de esa comida, en definitiva, porque sabes, porque decidiste probar antes de juzgar, de conocer antes de etiquetar, investigar antes de golpear el mazo contra la mesa y dar por zanjado el asunto.

     Las redes sociales hoy tienen ese poder. El de etiquetarte sin tu permiso, el de juzgarte, el de meterte en un grupo o en un compendio de socios de los que a lo mejor ni conozco a más de dos. Y da igual cual sea tu intención, en la red a la que hayas decidido unirte, los members de dicha red han decidio para que se dedicara tal red, sin siquiera haber leido las bases de dicha sociedad, da igual... hoy lees un numero de teléfono que empiece por 906 y 806 y ya damos por sentado que será algo sexual porque a eso nos han acostumbrado los usuarios que usamos esas redes.
     Decir Tuenti es sinónimo de infantilismo, colegiales, universitarios. Decir facebook es igual a patio de porteras, escalera de vecinos. Si hablamnos de MySpace rapidamente la asociamos con la música. Cualquiera de ellas ya ha sido juzgada y me atrevería a decir que incluso antes de que sea publicada.

     Pues yo no voy a ser menos, ni yo ni nadie. No voy a consentir que me juzgues sin antes haberme conocido bien, no voy a dejar que me representes con un color si antes no te lo he dicho yo o si has tenido la delicadeza de preguntarme por qué blanco y negro. Ni ante una bandera, ni un escudo, ni tan siquiera que me representes con una imagen en la que no me identifico.

     Groucho Marx dijo: Nunca formaría parte de un club que me aceptara como socio.

     Antes de etiquetarme... pregunta primero si me identifico con aquello que quieres defender, porque, puede que sea tu amigo, pero puede que no comparta aquello que defiendes.

miércoles, 27 de abril de 2011

Blogs!


Imagen: DamasArt
     Esta obsesión irreflexiva, esta manía persecutoria y fugaz de decir que estoy vivo.... esta locura de encuentros efímeros entre pantallas, teclas y páginas... esta obsesión por no caer en el olvido... este intolerable narcisismo de crear mi mundo según mi semejanza. Mi miedo es real... no es a la oscuridad, ni a la soledad... sino a caer en el olvido, sólo y en un agujero oscuro y olvidado...
     Esta maldita obsesión de escribir, de decir la palabra perfecta en el momento adecuado no hace más que alimentar el alma de las bestias que anidan en mi infierno particular. No hace más que adular mi ego, mi narcisismo, mi momento de placer de masturbación mental en el que el clímax es algo egoísta e interesado.

     Debería cambiar mi nombre por otro más comercial... quizá Norma Jean... o alguno que llame la atención de un público desconocido, despistado, atontado, que sea fiel a la palabra que predico y que expanda mi mensaje al mundo... que interconexione las conexiones de otras redes conectadas a esta red de conexiones conectadas en redes interconectadas... y así estar conectado!

     La ambigüedad es lo que está de moda y es lo que practico con asiduidad... o acaso no leíste mi ultimo post! Tuve más de mil visitas... y más de cinco mil en todas ellas y todo eso en menos de un mes. Y en todos los comentarios me daban las gracias por escribir tan bien! que me corrí de placer...

    Y si te molestó lo que dije, que más da... y si mi lenguaje te parece soéz... me da igual... y si no te gusta lo que escribí, ni te molestes en decirmelo porque no me interesará, me da igual lo que tu pienses, aquí sólo estoy yo y mi ego... y si algo de lo que dices no me gusta lo borro y punto, y jamás existió.

     Esta obsesión irreflexiva de ser recordado, esta manía persecutoria del miedo al olvido!

viernes, 1 de abril de 2011

Cuando caminas...

Banda sonora ¡click aquí!

     Cada tarde llego al mismo lugar y no puedo evitar esperar a la misma hora, me siento en la terraza y pido un café mientras miro a mi alrededor... pasan las mismas cosas... el reloj marca la hora señalada cuando las agujas llegan a su destino, suena la campana que anuncia el comienzo de la misa en la iglesia de la plaza lo que me dice que aún estoy a tiempo de ver...

     Cada tarde llego al mismo lugar, no puedo evitar dejar de ir a sentarme en el mismo lugar donde te espero, donde mi imaginación te acompaña hasta nuestro encuentro efímero, silencioso y pasajero, donde tu aroma me embriaga y me deja hipnotizado, embaucado, emborrachado de deseo...

     Cada tarde llego al mismo lugar y no puedo evitar esperar tu regreso, ni mirar como desciendes del auto, con esa elegancia que te caracteriza, con esa dulzura de piernas blancas que, por algún extraño motivo nunca escondes bajo los vaqueros... siempre con falda o con vestido hasta las rodillas... interminables piernas...

    Andas despistada por estos lugares mirando aquí y allá, deteniendo el paso en algún escaparate para ver las novedades. En cada huella que dejas en los adoquines de la calle, se ven reflejados la frescura de tu cara, la dulzura en cada suspiro y como una brisa primaveral, tu pelo suelto deja al viento colarse entre los cabellos en busca de algún pensamiento que me acerque más a ti...
     Las hojas de los árboles que corretean por el suelo jugando entre las farolas, van a tu encuentro y con él, mis pensamientos más lujuriosos al descubrirse tu alma de mujer, al descubrirse con el viento la sencillez de nuestros deseos más instintivos y primitivos. El viento, que camina entre las hojas, muestra mi sorpresa, mueve tu falda, descubre tu interior... y me quedo observando tontamente ese baile de sedas que envuelve mi lujuria, tu lejanía...

     Y cuando pasas a mi lado, al intentar asomarme al balcón de la pasión, descubro el abismo de tus deseos, descubro que no hay mayor desvarío que entrar en las profundidades de tu ser... que no encuentro las palabras que describan con precisión, el vertiginoso encuentro de pensamientos de mi mente cuando rosados besos sorprenden mis ojos enzarzados entre tus piernas... y te vuelves...

     Me sonroja pensar ser descubierto y no puedo esquivar la mirada... he sido cautivo de tu aroma... soy prisionero de tu cuerpo y no deseo otra cosa que estar atrapado, abrazado por tus piernas... abordado por el calor... por la mirada... por el deseo... por la pasion... abrumado por los rios de tu lujuria fluyendo por mis sentidos... por mi pasion descontrolada.

     Nunca consigo observarte al completo pues siempre me parece un instante. Me quedaría toda la noche allí sentado para ver si vuelves tras los pasos de la tarde otra vez... tantas huellas en la acera... un café que se enfría, unas hojas jugando con tu falda... una mirada fugaz...
     Cada tarde llego al mismo lugar y no puedo evitar el recuerdo del instante en que te vas doblando la esquina... sin antes volver a mirarme y darme una sonrisa cómplice...