jueves, 14 de julio de 2011

Mi tierra... un país de referencia.

Antecedentes de hecho: Me llamo José Viridiana, soy escritor de vocación y cuentista de profesión o lo que comunmente se suele llamar en los tiempos que corren: "blogero". Nacido en tierra santa y despojado de toda creencia al alcanzar la suficiente madurez racional como para entender el significado de las cosas. No obstante peco de tonto y suelen jugármela bastante bien, sobretodo hasta que ya no hay marcha atrás. Impresionista profesional, aprovecho cada oportunidad que se presenta para deslumbrar con sencilleces.
     Busco empleo acorde con esta descripción. Si existe alguna posibilidad nos ponemos en contacto.

     Vivo en una casa donde hay más gente que piensa diferente, donde profesan diferentes religiones, donde la diversidad de culturas y subculturas proliferan en parques, plazas, centros educativos, bibliotecas y demás antros de mala muerte. Vivo en una casa en la que hace tiempo no se paga el recibo de la iluminación, y se acumulan las facturas de la hipoteca, dentro de poco me echarán. Aquí es donde vivo, donde (de momento) me gusta vivir.
     Vivo en un lugar donde no vale lo que hayas hecho, lo que hayas estudiado ni lo que has trabajado para conseguir todo aquello que has logrado, no vale lo lejos que hayas ido incluso mostrando pruebas de haber pisado la luna... Nada de eso cuenta... salvo... si conoces a "alguien".

     "Alguien", en mi casa, es un tipo muy peculiar, no sabemos como llego hasta aquí, ni lo que hizo, ni lo que dejo de hacer, pero está. Todos le rinden homenaje cuales hormigas a la carne podrida, buscando una propuesta, un beneficio, una excusa, pues da igual las referencias con las que vengas... si no le conoce a "él" no tienes nada que hacer.
      Busca en tu libreta de contactos, en tu agenda, seguro que conoces a "Alguien" y si no es así conocerás algún amigo suyo o un familiar, que te pueda echar un cable!

     Vivo en una casa donde el valor no reside en la capacidad que tengas de resolver los problemas, ni lo que seas o no capaz de hacer para superarte. Vivo en una casa de carroñeros que se reparten las migajas de la carne podrida de lo que una vez fue esta morada...
     Vivo en un país que lucha en bandos distintos, que rema en diferentes direcciones, que se tira la vajilla a la cabeza, que lee el periódico del revés, que espía al vecino e ignora los problemas propios...

     Vivo en un país donde, si "alguien" te puede ayudar... es que a cambio le deberás la vida... y da igual lo que hayas hecho... te ayudo porque conozco a esa persona que tiene un amigo que es familiar del vecino que ayudo a "Alguien"...


2 comentarios:

Leonor dijo...

Buena lectura, toda verdad es dura, y cierto es que quien no tiene padrino no se alimenta. Esa es la cruda realidad y tenemos dos opciones, o aprendemos a vivir con ello o nos quedamos solos ante todos... A veces "hay que torcer el brazo" para obtener un poco de comida, alguien lo llamaría recibir limosna, yo lo llamo "sobrevivir", también dicen, que "quien no llora, no mama".

El relado... fantástico, te felicito y siempre es un placer leer a alguien con cordura dentro de este mundo de locos...

José Viridiana dijo...

Muchas veces pienso dónde hemos ido a parar y por qué hemos llegado a estos extremos... Hoy la corrupción política es tal que no alcanzo a vislumbrar un ápice de recuperación, tanto a nivel nacional como local... lo que me lleva a pensar que tal vez sería mejor partir hacia tierras más honestas...

No podemos quejarnos de lo que nos rodea y no hacer nada... no podemos quedarnos de brazos cruzados, porque el mero hecho de no hacer nada es permitirlo... al igual que cuando no vamos a votar en unas elecciones: nuestro voto se dirige hacia el partido que gobernaba antes de las elecciones, asumiendo que nos gustaba lo que había.

El mero hecho de no hacer nada es consentir lo que está ocurriendo, y si cuando uno no quiere consentir y no puede nadar contra corriente, lo mejor es salir del agua y buscar lagos o rios mas tranquilos...

Mi casa es una casa grande, pero a veces me apetece cambiar de cuarto y ver salir el Sol desde otro lugar...