lunes, 28 de febrero de 2011

Stairway to heaven..

Imagen: DamasArt
     Lo he intentado... he intentado pensarlo muchas veces... unir las palabras que compongan todo aquello que deseo hacer contigo... pero no he encontrado las palabras adecuadas que describan todo eso, puesto que no creo que pueda describirse con palabras, y aunque lo intente una y mil veces, nada podría igualarse... por mucho que me esfuerce, por mucho que recuerde otras situaciones... nada podría acercarse a lo que vi ante mí...

     Tan solo hizo falta un segundo... pero me costará una vida olvidar...

     Inmerso en mis pensamientos habituales, por el trabajo, preocupación, lo que voy a hacer en ese momento (qué más dará), caminaba hacia el interior de un centro comercial cualquiera, situado en una ciudad cualquiera, pero no en un momento cualquiera...

     Soportaba el lastre de dos señoras, que dejaban pasar cada segundo entre unas diez o veinte palabras, todas ellas proferidas con desdén hacia personas, al parecer, de su círculo habitual. No pude evitar tenerlas delante cuando cruzaron el umbral de las escaleras mecánicas que descendían hacia la planta inferior y dejé mi paso (pensando que iría mucho más rápido, si accedo por las escaleras que suben, y bajo corriendo) tres escalones antes de cruzarlo también.

     Sólo deseaba dejar de escuchar aquel martilleo incesante... que por alguna extraña razón se estropeasen las escaleras y fuesen a toda velocidad...

     No recuerdo la hora exacta, ni la fecha, uno nunca se prepara ni toma nota de las cosas que le suceden, cuando ocurren de forma inesperada. Uno no se prepara para la ocasión cuando está preparado para otras cosas, no prevé sentir cosas que no vienen al caso...

Banda sonora ¡click aquí!

     Fue la calma infinita, el silencio absoluto, la luz tranquilizadora, la brisa reconfortante, el suspiro que me devolvió la vida, el instante mas largo que hoy puedo recordar.

     En la escalera que subía apareció Ella... no sabría decir si recordaría ese instante, si recordaría luego la hora o simplemente si recordaría la fecha en la que cruzó el umbral de la escalera. Lo que si sé (aunque suene pretencioso el decirlo) es que Ella tampoco estaba preparada para la ocasión. No vestía grandes ropas ni impresionantes alhajas, tenía el pelo recogido en una coleta, unos vaqueros algo ajustados y una camiseta... nada de maquillaje... ni peinados especiales... nada de eso le hacía falta.

     El espacio se iba acortando, sabía que tarde o temprano (más temprano que tarde) estaríamos a la misma altura y casi en el mismo punto geográfico del planeta, pero es pura física, es imposible que dos cuerpos distintos ocupen el mismo espacio físico, quizá puedan estar muy cerca, puedan estar juntos, tocándose, uniéndose en una simbiosis con perfecta armonía en la naturaleza. Pero ambas escaleras no se tocan nunca, cada una sigue su camino, pasan paralelas y en ningún punto se unen, como el cielo y el mar... en la lejanía parece que se unen... pero sólo lo parece. Ella el cielo y yo el mar.

     Ni siquiera puedo acercarme a su espacio e intentar tocar su aura pues, al igual que la fruta prohibida, no está a mi alcance. ¿Será esto mismo lo que me hace sentir así?, ¿acaso alguien confabuló este encuentro casual, fortuito, efímero? Incluso, mientras se acortan las distancias, me imagino... el deseo de poseerla, de amarla, de darle todo aquello que necesita, de hacerla reír, de hacerla feliz... porque felicidad es el momento que no tiene prisa y que no quieres dejar ir jamás...

     A falta de unos pocos centímetros, unos escasos peldaños de separación en un abismo insondable me vienen a la cabeza imágenes que desearía hacer realidad... imágenes que tuve de adolescente, como se tienen con el primer amor (platónico). Y el encuentro, en ese instante, no significa nada, pero lo esconde todo... ese instante, en el que sientes la necesidad de expresarte, sólo estará unos segundos, debes ser consciente en ese momento... y a la vez entregarte al deseo. Razón y corazón en una batalla fugaz en la que expreses todo lo que quieres decir... todo lo que quieres hacerle sentir...

     Lo he intentado... he intentado pensarlo muchas veces... decirte las palabras que compongan todo aquello que deseo hacer contigo...

     ...todo el deseo que quiero expresarte con mi cuerpo... todas las caricias descritas al milímetro... todas las rutas que mis dedos describirían recorriendo tu cuerpo... todo el calor que mis labios serian capaz de hacerte sentir al saciar la sed que les provocas...

     ...describirte como mis manos se enredarían en tu pelo enmarañado, humedecido por el calor de nuestros cuerpos sudorosos. Mis manos buscándote con ansias por todo tu cuerpo, como si fuera la última vez que fuesen a tenerte entre mis brazos.

     ...toda la coreografía de movimientos al unísono que nuestros cuerpos describirían rodando por el suelo sobre una alfombra... sobre una cama... o sobre las nubes...

     ...estremecidos por la satisfacción encontrada, exaltadas de placer nuestras pieles, ruborizados en cada mirada, en cada mínimo roce por los lugares descubiertos... invadidos... por la lujuria, por el deseo de poseernos el uno al otro...

     ...pero no he encontrado las palabras adecuadas que describan todo eso, puesto que no creo que pueda describirse con palabras, y aunque lo intente una y mil veces, nada podría igualarse... por mucho que me esfuerce, por mucho que recuerde otras situaciones... nada podría acercarse a lo que vi ante mí...

     Tan solo hizo falta que nuestras miradas se cruzasen durante un segundo... pero me costará una vida olvidar...

miércoles, 23 de febrero de 2011

Montañas rusas (Un dedal de cenizas - 2ª parte)

.- Flaquituuuu!

Hoy tuve una revelación, me liberé de tí, ya no soy esclavo de tu cuerpo ni prisionero de tu corazón. Siento la fuerza en mi interior, capaz de llevarme a lo más alto... a donde tu no estés... donde tus ecos no resuenen... No sé como gritar al mundo que he vuelto a renacer de entre las cenizas que dejaste apagar.
Me siento imparable, fugaz, inmenso, debo aprovechar cada instante en mi máquina del tiempo...

.- Y ahora por dónde?.

No me vengas con que el tiempo cura todo y bla bla bla, porque lo único que hace es engañar. Las heridas son las mismas una a una, mil a mil, escondidas pero siempre están ahí y ahora dime que lo olvide como lo olvidaste tú, que mañana volverá a salir el sol, y aunque que nadie escapa de haber sido lo peor, yo también, pero tu ahora, dime cómo lo hago yo? No sé bien que es lo más fácil, no sé de que agua beber, si ser víctima en silencio o verdugo a toda voz. No me digas que no importa que fue una estupidez, yo decido como y cuando estrujar mi corazón. Fuera todo lo aprendido, confianza y lo demás
como arreglar el desastre que ahora soy.

.- Aquí no se come o qué?

Vamos! viajaremos en sucios trenes que vayan hacia el norte, como estrellas del rock, en cada garito, dejándonos la garganta con nuestros "Wracan Wroules!" No ves que no queda combustible en mi coche!? Fui al campo... a la playa... sobre unas rocas en la orilla, con la luna y las estrellas y allí, en cada uno de todos esos lugares que pisé, me dieron unas horas de su amor! y llenaron vacíos inllenables de lo que habita en mi interior.

Chacho! estás "colocao" ya o qué?

Y así de desordenado es el mundo del mundo de los locos de atar... viviendo en ciudades invivibles pero difíciles de olvidar, en habitaciones de infierno dentro de casas de películas de terror... Mi cancerbero de pelo blanco se fue... me dejó en el camino... Le echo de menos, dónde estará? dónde estará lo que significó para mí... seres (mascotas) que no saben quien soy, pero me adoran!..


viernes, 11 de febrero de 2011

Es él! Es mi amigo! (11 de febrero de 2011)

     No entiendo por qué, a veces, es tan difícil decir lo que siento, es algo extraño... ilógico...

     Tienes a la persona que provoca tu insomnio, tu respiración alborotada, el latir acelerado de tu corazón, frente a ti... miras sus ojos mientras te habla, lees sus labios mientras te cuenta lo que le ocurre... y cuando te toca hablar, finges estar pensando cuando, en realidad, estás inmerso en todo aquello que quieres decirle sin decir nada pues, después de muchas vueltas, llegas al mismo punto de partida...

     Exactamente eso es lo que me pasa...

     Le dices: - En este mundo, en esta época, en este mismo instante hay una persona muy especial para mí... Una persona que, después de hace más tiempo del que puedo recordar, reencontré!.. - porque aún no sé si en algún momento de mi vida, hasta ahora, la olvidé... la perdí como para tener que volver a buscar... - y he podido volver a conocer, admirar, confiar, querer... y me atrevo al decir que... volví a amar. - Hay razones en este mundo que el corazón no permite que la razón entienda. - ... sí, me enamoré de esa persona.

     Aún me pregunto los motivos, las razones... las palabras que dijo... la mirada que utilizó para embaucar mi alma... pero conocí a esa persona y me di cuenta que era diferente a las demás. Una persona atenta... detallista... constante... extraño hoy en día en una persona esas formas de mirarme, hablarme. En cada una de sus palabras hay una llama que ilumina mis estímulos más recónditos... en cada una de sus miradas me hipnotiza... en la voz de sus labios caigo en un abismo de nubes de algodón transportándome a otros mundos de los que no quiero escapar...

     El tiempo fue transcurriendo, al principio creí que sería algo pasajero... fugaz, efímero... y descubrí que empecé a tratar mi vida según mis sentimientos y sin quererlo... me enamoré de esa persona más... hasta el punto que mis amigos me trataron de locura transitoria, de obsesión... y aunque me costaba decirlo, yo decía que no. Que no era amor!

     Llegamos a ser buenos amigos, otra vez, pero en toda amistad siempre hay problemas, controversias, puntos de vista, diferencias... hablamos, superamos, discutimos, nos dijimos cosas que hacen daño, pero cuando hizo falta... acudimos a las heridas, como la sangre, porque no hizo falta que nos llamáramos.
     Hoy seguimos siendo buenos amigos, y creo que estoy cometiendo algunos errores, no obstante, lo que digo no concuerda con lo que hago y siento que hay mucha confusión en mi.

     Ahora intento que me entienda... le digo algunas palabras escritas en un papel que intentarán asomarse a lo que realmente siento. No le pido nada... no quiero que me quiera de la manera que le amo porque esto hace daño... Amar de esta forma es doloroso pues mi aire lo respiro a través de su boca... los latidos de mi corazón son el movimiento de su mirada... de sus palabras... de los susurros que a veces dedica a mis oídos... No puedo decirle... porque no encuentro las palabras que lo expliquen, que lo que veo, siento y respiro, no lo puedo obviar pues no puedo evitar ver a esa persona.
     ... Cómo decirle, con palabras de este mundo, que pierdo el control de mi corazón cuando le hablo y desfallezco cuando dejo de ver a esa persona.

     No sabría explicar el dolor que sentiría si esa persona, a la que amo!.. con todo el poder de mi cuerpo, pudiera sentirse mal por descubrir todo esto, o si no me creyera... que todo esto le parezca una absurda tontería... como a veces me lo parece a mí.

     ¿Sabes? no quiero frustrarme por el hecho de no decir lo que sentí en otro tiempo, y es lo que estoy haciendo. Tal vez, decírselo no cambie nada... pero no viviré en la vida de "no se lo dije por miedo", en la vida de "¿y si se lo hubiera dicho?" porque ahora... no tengo miedo... porque esa persona...

     Eres tú!

Te amo!

sábado, 5 de febrero de 2011

Amor platónico... (28 de julio de 1992)

Querida compañera, hoy voy a confesarte algo!

    Nunca creí que pudiera escribir lo que a continuación vas a leer, nunca imaginé que pudiera suceder lo que hoy me está pasando. Siento algo extraño y creo saber de que se trata... me he vuelto loco!
    A veces sueño contigo, pero te veo y no te veo. Es como si viera tu figura rodeada de gente y al acercarme a ti para estar a tu lado, desapareces y no te veo más. Sólo cuando me alejo de aquel lugar es cuando reapareces con la sombra de mi ansiedad y sin poder distinguirte entre la multitud. En ese momento corro hacia ti y desapareces nuevamente al instante, es como si fueras una ilusión, pero tu estas ahí y yo aquí.

    Si supieras lo cerca que he estado de tocar el cielo! No sabes la de veces que le he pedido al silencio que me hable de ti.

    ¿Qué quiero decir?.. Que he perdido el norte y ya no sé donde queda el sur, sólo sé que el Sol sale y se pone contigo. Ahora sé que he encontrado el camino que guía mis pasos.
    Un montón de ideas me nublan el pensamiento creando una locura que no me deja dormir ni me permite soñar nada más que contigo.
    Sin duda, tú me has enseñado algo importante, El Amor! y quiero seguir aprendiendo de ti. Has abierto mi corazón, mis ojos y yo he mirado al mundo con la cabeza alta, pues tú me das fuerzas para soportar el reto de la vida.

    No podría evitar morir si me dejaras! Si así fuera, teñiría de sangre mis sentimientos y partiría mi corazón en infinitos e ínfimos trozos y los llevaría a todas las estrellas del universo para que cada uno de esos trocitos no encontrara a otro y le hiciera sufrir.

    Sé que estas palabras podrán sorprenderte, pero te aseguro que no calarán de la misma forma con la que tú has encontrado mi corazón y su más recóndito fondo escondido. Has descubierto mis secretos, los que guardaba celosamente y sólo he podido reaccionar cuando no podía respirar y sentía que me arrancaban la vida cada vez que me alejaba de ti. Me pasa lo mismo cuando termino de hablar por teléfono contigo.

    No preguntaré ¿por qué? pues lo que tú quieras, yo haré... ni ¿dónde? porque donde tú vayas, yo iré... aunque sea al fin del mundo, pues ningún lugar será tan bello como digan, si allí no estás tú!
    Me has dado el veneno más sabroso produciendo la mas agradable de las llagas y dejando en mi boca la dulce amargura de unas palabras que no deja de gritar mi corazón...

Te amo!

Dulce Bocado (Sangre, sudor y placer - 2ª parte)


Banda sonora ¡click aquí!

La calle está oscura, apenas las farolas iluminan el camino que has tomado para llegar a tu destino.

Corre un suave viento que mueve las hojas de los arboles... huyen de ti... se alejan como intuyendo el peligro que se avecina y miras atrás por encima del hombro. El mismo viento que se hace más fuerte, mueve los árboles de la calle... los carteles de los establecimientos, las lonas de los toldos... levanta las hojas de los periódicos del suelo... tu chaqueta...

Tus pasos resuenan entre las paredes de la calle como el paso militar de un pelotón a punto de entrar en combate...

En la puerta, custodiada por dos bestias humanas, hay un cordón de terciopelo como el de los reservados a los vips en los garitos lujosos... 
Una escalera baja a las profundidades de un antro al que jamás habrías entrado, si estuviera lloviendo incluso. Pero un impulso desenfrenado te ha llevado hasta su interior... una sensación oscura... una fantasía no realizada...

La noche es joven piensas... hay muchas mujeres a tu alrededor y has llegado a contar más de siete gogós en cada tarima, en cada esquina de la gran sala, todas con vestidos mínimos y los peinados recogidos en unos moños bastante sugerentes...
La música de ritmo monótono, ensordecedor e hipnotizante te envuelven en un estado de embriaguez que jamás habías experimentado, como si hubieras muerto... Dicen que cuando tu corazón deja de latir, tu mente sobrevive alrededor de veinte minutos. Durante unos segundos desaparece la música y todo se convierte en nubes de humo que bailan en una especie de danza religiosa, dando sacrificio a un dios inexistente, concediendo el baño de la luz, del sudor... de la lujuria que se apodera de tu cuerpo, de las ganas irrefrenables que se avecinan en tus pantalones...

El alcohol y la ingente cantidad de líquidos consumidos han hecho sus efectos y precisas de un lugar apartado, oscuro, y solitario. De camino a los servicios una joven, que hasta hace unos instantes se contoneaba sobre una de las tarimas no deja de besuquearse con algún desaprensivo con suerte que ha conseguido la deidad de su cuerpo... se meten en el lavabo de mujeres...

Continuas hacia la otra puerta y consigues entrar a duras penas, pues esta abarrotado de gente, pero poco a poco se van marchando y después de una espera ansiosa, te dejan libre un reservado para desahogar tu vejiga... La música entra a raudales a cada apertura de la puerta y no deja de sonar incluso cuando esta cerrada. Las tinieblas que envuelven el retrete son casi de película de terror.
Durante unos instantes te quedas mirando al techo con los ojos cerrados, disfrutando del momento... relajándote y preparándote para salir de nuevo a la carga y encontrar alguna criatura del dios inexistente dispuesta a satisfacer tus deseos de cópula.

La música lleva rato atenuada pero se corta bruscamente pues alguien abrió la puerta, lo que te devuelve al mundo en el que vas a pelear por un rato de placer.
Al salir del reservado te percatas, que ya no queda nadie y te encuentras solo. Una joven con minifalda oscura y esta en la estancia. A pesar del calor, lleva una pequeña chaqueta que deja ver un generoso escote sin lugar a la imaginación. Le dices que el lavabo de chicas es la puerta de al lado... pero hace caso omiso ya que la puerta se cierro tras de si e inconfundiblemente por los urinarios de la pared, allí poco puede hacer... o no?..

...y como leyendo tu pensamiento, se acerca hacia ti...

... Ni por un instante duda en abalanzarse sobre ti, de un salto, te abraza con sus piernas y sus brazos... y comienza a devorarte con sus labios... grandes, carnosos. Intuyes rápidamente que aquella mujer no lleva ropa interior y que reclama de tu hombría para saciar sus más oscuros deseos.  el salto te ha derribado hasta el lavamanos pero no hasta el suelo.
ella no deja de saborearte la cara con la lengua... no deja de olerte... me morderte a pequeños bocados en los que das algún que otro gemido entremezclado con el placer que te provoca esa morbosa situación.
Por fin reaccionas y con tus manos agarras su cuerpo por las nalgas descubiertas pero cálidas... tus dedos buscan su sexo para saciar tu curiosidad, notas como su impulso, su deseo, es evidente, su entrepierna esta completamente húmeda...
Te aparta las manos y se pone de pie pegada a ti sin dejarte hacer nada. Ahora tienes que obedecer sus ordenes... Casi ni te mira a los ojos, es como si no quisiera saber nada más de ti, lo que tienes en la entre pierna...
Te arranca la camiseta que llevas y ni te inmutas... sus manos, suaves y delicadas, recorren tu pecho tu vientre... fugazmente te clava las uñas provocando en ti deseo y placer al mismo tiempo. Te lame de arriba a bajo toda la parte que acaba de descubrir y sus manos buscan tu cinturón... se deshace de él de una forma tan rápida que jamás habías visto. Te desabrocha el pantalón sin dejar de besarte y sin abrir los ojos. Como una exhalación se pone en cuclillas y te baja los pantalones dejando tus deidades a su albedrío y antojo. No duda en sujetarte con una des sus manos y sin hacerte daño es cuando por primera vez te mira a los ojos... sólo con la mirada te pregunta: ¿estás preparado para morir de placer?..
Agita tu miembro en lo que buscas la respuesta y cuando intentas sofocar unas palabras se lanza en busca de tu placer... no duda en pasar su lengua por aquello que tanto logra ponerte los pelos de punta... mientras lo agita con sus manos su boca se abre más para introducir tu valía en la calidez de su lengua... Sus dientes rozan tu piel y sientes dolor... placer... éxtasis, no dejas de soltar pequeños gemidos por tal desahogo de pasión. La mujer no ha dudado en sustituir sus manos por la boca entera y engulle toda la fuerza de tu cuerpo convertida en pasión... no deja de repetirlo una y otra vez... su labios presionan fuertemente su presa y su lengua relame los rincones descubiertos, del arma en que se ha convertido tu deseo.

Te fundes en un gemido extasiado cuando sientes que la furia de la mujer, que gime contigo dentro de su boca, provoca la explosión de tus sentidos. Miras al techo, cierras los ojos y con más violencia se agita ella cuando ya es inevitable que el río de tu vida fluya dentro de su boca... Sus dientes parecen más afilados en ese momento... el placer es inmenso pero se entre mezcla con una pequeña pizca de dolor cuando te roza con los dientes, que cada vez parecen más afilados. Fluyes en ella, en su boca y de pronto el dolor invadido en tu miembro es insoportable...

...cuando la miras, aun sobrecogido por el dolor, descubres sus colmillos y su boca ensangrentada... Una terrible sensación te invade, la entrepierna no deja de dolerte. Ella mira a un lado y escupe sangre que acaba de absorber... puedes ver como no hay solo sangre en lo que acaba de hacer. Antes de que puedas darte cuenta de que te ha arrancado la parte más preciada y delicada de tu cuerpo, se abalanza sobre tu cuello y te clava los feroces y largos colmillos en la yugular... En ese instante su cara tomo forma de demonio y no dio tiempo la huida... sientes el calor de sus colmillos perforando la piel e invadiendo tus venas por las que pronto dejara de fluir tu vida para fluir dentro de ella...

No tienes fuerzas para gritar... tu sangre fluye hacia su boca y no deja de escapar gota alguna de sus labios. El dolor de tu entrepierna se desvanece al igual que el de los colmillos sobre tu cuello, caes poco a poco y ella contigo... no deja escaparte a sus designios... a los sacrificios de su dios...

Cuando te suelta, sientes tu corazón latir aún con violencia... aunque segundos más tarde descubres que, allí tumbado en el lavabo, mientras ella limpia su boca de tu sangre y abre la puerta para salir, es la música ensordecedora lo que estas escuchando...

... todo vuelve a la oscuridad... el viento sigue corriendo por la calle, las hojas siguen volando, los carteles se mueven, tu chaqueta queda abandonada en el guardarropa..

viernes, 4 de febrero de 2011

... Hay alguien ahí?..

    Muchas veces en la vida caminamos inertes ante los sentimientos de los demás, como zombies, personas sin ánima que sólo persiguen egoístamente sus metas, ignorando a los demás no como seres humanos que habitan el planeta sino como personas que sienten y padecen.

    Mi amiga! me contó hoy que hace tiempo caminaba por la vida tan feliz y happy en su mundo flower power y en un momento determinado se le declararon... Una declaración de amor en toda regla... por alguien que circulaba por el mundo a la expectativa de mi amiga.
    Sorprendida me contó (con la misma cara que habría puesto en aquel momento), como se encontraron sentimientos olvidados y como hasta ese momento jamás lo habría imaginado de ninguna de las maneras... - El estaba casado y con sus dos hijas estaba bien sabes?- me contaba de su propia boca - pero ahora podré morir tranquilo sabiendo que te lo he confesado.-

    Y es que egoístas somos!, no cabe duda, como cuando dos personas se tumban en una cama y se funden en un solo cuerpo... comparten esos instantes de lujuria... pero en el clímax... ambos desean quedarse aislados del mundo para disfrutar a solas ese momento, sin que nadie moleste, sin prisas que te levanten de la cama, sin relojes que atormenten el presente.

    Caminar por la vida no es dejar tu huella en el mundo sino saber en quién has dejado esas huellas y qué tan hondo han calado...