sábado, 15 de octubre de 2011

Centro y obsesión

DamasArt: Ilusión
Suelo releer las cartas...
las que no mandé,
aquellas que afirmaban
que queria ser
el único inquilino de tu corazón...
tu religión, tu idioma, tu respiración.

Y suelo emocionarme cuando no me ven,
y suelo recordarte cada dos por tres,
a pesar que ahora, mi mujer y yo
compartimos casa, deudas y colchón.

Aunque no estés cerca
suelo hacer turismo
por tu ruinas.
Se quedo entreabierta
esa puerta de mi vida.

Suelo revisar las fotos
que me acompañan todavía...
Y, amotinadas, las caricias
me exigen puntos de tu piel

Suelo revisar el suelo
buscando restos de tu vida.
No se mentirle a mis pupilas
cuando, en mis brazos, no te ven,
suelen ponerse tristes cuando no te ven.

Suelo coronarte reina del pasado de mi piel,
suelo suavizar tu ausencia con la voz de otra mujer.
Y ya rendido el corazón
no siente el frio ni el calor.
Tengo razones y motivos
para escribir con esta pasión.

A mi corazón de lata le sumabas una "p"
y ya convertido en plata,
lo quisiste devolver.
Suelo pasar por tu portal
y tras llamar, no contestar.

Suelo convertirte en centro y obsesión...



sábado, 8 de octubre de 2011

Yo, yo mismo, y mi conciencia...

Mi otro "YO"
     Hablar de uno mismo, ante los demás, suele ser algo fascinante, nos describimos como héroes de mil batallas, o simplemente pintamos la realidad de forma que parezcamos "El señor lobo", o un Christofer Chance o simplemente "alguien" que puede hacer cualquier cosa.
     Hablar de nosotros mismos no es más que proyectar nuestro narcisismo, que en definitiva, se traduce en vender nuestra imagen a gente interesada en comprarla, consumirla...
     Un ejemplo clásico suelen ser las webs de contactos, o los perfiles de redes sociales donde compartimos nuestras vicisitudes (más buenas que malas, por supuesto), sin ir más lejos, estos blogs, que cuentan nuestras historias como mejor las pintamos... y sí, un día podemos estar inspirados y algo tristes, y escribimos un poema, o un párrafo con palabras que nos lleguen, como me dijo "la Mery", a la patata.

    Quería empezar hablando de los pseudónimos, pero no puedo dejar pasar este momento para comentar que, en todos estos tipos de perfiles nunca se cuentan las cosas malas, los hechos que nos sacan de quicio, nuestros defectos, lo que no queremos que sepan de nosotros. Una vez vi "Retratos de una obsesión", (en realidad la vi más de una vez), y me llegó la idea de hacer lo mismo, de contar aquello que no quiero que sepan de mi, las cosas malas... 
    Todos, sin excepción, tendemos a ocultar nuestros defectos, e intentamos que no aparezcan... ¿alguien podría decirme si tiene un álbum de recuerdos de cosas malas que le han ocurrido?, ¿de hechos que queremos olvidar?, Quizá un bebe llorando nos parezca gracioso en un álbum de recuerdos, pero ¿qué impresión daría ver a un niño de 30 años llorar?

     ¿Se entiende lo que quiero decir?

     Un pseudonimo tiene el mismo principio básico, ocultar los defectos, el mío por ejemplo, Viridiana (musa de Buñuel), encierra la idea de hacer el bien, aunque solo descubra crueldad a mi alrededor. Los pseudónimos son usados para ocultar cierta información que no queremos que se sepa, en primer lugar nuestra identidad real, ¿quien no ha oído hablar de Bruce Wayne o Clark Kent?
     Una segunda opción es para enmascarar nuestros defectos, el señor Mr Proper (ahora Don Limpio, pero para mi será siempre Mr Proper), no tenía en su nombre nada que ver con la limpieza... quería expresar que era el señor apropiado para tal cosa, por esto le cambiaron el nombre, para dar la sensación de que todo va a quedar reluciente, ¿o no? En mi vida he entrado en baños tan... (es que no se ni como llamarlos), pero vamos, a lo que voy...
     Una tercera opción de uso es la de auto engañarnos y crear expectativa a nuestro alrededor (en la que considero me siento identificado). Creamos un personaje y hablamos de él, ponemos en su boca nuestras propias palabras para ver que aceptación tendría. Los autores conocidos, suelen hacer esto, por ejemplo Richard Bachman, (lo sé, debería ser al revés). El autor original está en el enlace.

     Esto no justifica para nada la actitud de ocultarnos, simplemente es que queremos hacerlo y punto. Si quiero trabajar en un sitio pero ya me conocen y no quieren contar conmigo, pues me cambio el nombre dejo dos o tres migajas de lo que soy capaz de hacer y quizá tenga suerte (o conozca a alguien) y me contraten, o le hablo a alguien que me interesa, de un blog que estoy leyendo y le digo que le he hablado de ti y que esta interesado en ti y etc etc etc...
     Una vez me dijeron que tendría oportunidad cuando me liberara de mi pseudónimo y que hasta entonces intentara resolver mis traumas. Aún no entiendo como, en esta época que vivimos de comunicación y más que antes, la de compartir, siga viéndose de forma tan aberrante la de usar los pseudónimos, es que para eso se inventó internet, para no tener que estar cara a cara con otras personas, (y no me vengas con la filosofía de "para mantener comunicación a distancia" porque mantener, ni con tu madre ¿hace cuanto tiempo?). Si hay algo que mueve este mundo no es el magnetismo con respecto al Sol, es el interés, y a mi me interesa seguir siendo José Viridiana... ¿y a ti?

     Tendría que ser de la forma real, de la forma en que seamos nosotros mismos y no en la palabra que haya dicho otra persona o personaje. Pero nos remitimos al inicio, usamos los pseudónimos para esconder nuestra identidad, nuestros defectos, y hasta que no nos liberemos de ellos, seguirá siendo así.